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jueves, 13 de septiembre de 2012

Capítulo 1 La primera irregularidad


- Creo que te han dejado otro recado nuestros amigos. – salude a Sisi de aquella manera antes de que se sentase por completo en su asiento de clase.
- De que se trata esta vez? Ya no me sorprende nada.
No debería hablar mucho con ella, mi estatus social empeora cada vez que hablo con ella, pero tampoco quiero que se sienta sola como siempre.
- Solo ten cuidado al sentarte, creo que puedes sufrir una pequeña caída - cuando me fije en ese detalle? Nada mas entrar en clase, siempre fui muy observador y meticuloso. Mi gran entusiasmo por la novela policíaca es la culpable de ello.

Parecía que nada le afectaba con el paso de los días, al menos para ella eran días, yo me tenia que conformar con meses y años. Estaba agradecida por lo que hice, estaba demasiado contenta.
- Gracia por avisarme, no se que haría sin ti.
- Es mi deber.
No hablamos mas debido a que las clases habían empezado con las siempre aburridas matemáticas, seguidas de biología y física, todo esto antes del recreo. Así eran los lunes, y por ello, nunca mi maldición se repetía en este día, ya que es el peor de toda la semana.

Con el sonido del timbre de las 11:30, nos dirigimos al patio. Mientras algunas hablaban de todo lo que no se contaron en clase porque no les dio tiempo, otros jugaban al fútbol o incluso al baloncesto. El resto estaba en una esquina apartados del mundo, en este grupo se incluían Sisi, y por supuesto, yo. Aunque no siempre estaba apartado, algunos días me llamaban para jugar o incluso para hablar, pero ya sabéis que pasaba entonces. 
Un detalle tengo que explicar sobre mi caso y os ayudará a entender la historia completa. Dependiendo de la comodidad y felicidad que recibía durante el transcurso de las horas, mi maldición era instantánea o eterna, me explico. Si en el momento que ocurría un suceso, era la cosa mas bella que me sucedió nunca, entonces volvía al comienzo del día susodicho. Si solo era felicidad parcial, seguiría transcurriendo las horas hasta las 00:00, donde despertaría otra vez en la fecha en la que nos encontraríamos.
Una vez explicado esto, hoy estaba en el rincón del raro, solo y sin nadie a mi alrededor. Eran la 11:43 cuando una sombra se acercaba a mi ser, la mire en el suelo y reconocí esa silueta. pelo largo y rizado, estatura media, delgada... era Sisi.
- Nunca te di las gracias por avisarme a la mañana, me libraste de una buena.
- No hace falta que las des, simplemente sabes como soy y debes comprender que siempre estaré ayudándote cuando lo necesites.
- Sinceramente, es la primera vez que haces esto - dijo extrañada por mi respuesta - realmente no sé como eres, hoy me has sorprendido.
Aunque su contestación no pareciese favorable hacia mi, tenía razón, al menos en parte. Prácticamente todos los días le ayudaba, siempre estaba ahí, pero por desgracia , solo yo podía recordarlo, he ahí la explicación de la situación. para ella hoy era la primera vez que le socorría, pero si no recuerdo mal, hoy se cumplen 83 intervenciones a su favor.
- Gracias. - continuó diciendo mientras se agachaba un poco, ya que yo estaba sentado en el suelo, y me daba un beso en la cabeza, en la parte izquierda a 6 cm encima del ojo izquierdo y 3 cm a la izquierda de esta altura.
Me sentí alagado, jamas recibí un beso en esa zona, y lo que sentí en ese momento fue entre felicidad y amor hacia la situación que ocurrió.
Tras este gesto, se levantó y mi visión se empezó a nublar por los laterales de toda la periférica, mientras que Sisi se desvanecía poco a poco con una sonrisa en el rostro. convirtiéndose en humo, se elevaron los restos de este y todo se oscureció, hasta que segundos después, desperté en cama.
Mire el móvil, las 7:30 del lunes. Había sucedido, empezamos el día otra vez de cero. Aunque hoy, por primera vez en mi vida, repetí un lunes. Que podía significar este cambio? Como se pudo producir esta irregularidad en este juego que es mi vida, donde nunca hubo este tipo de grietas? No lo pensé mucho y me fuí otra vez al colegio, donde tras tocar el timbre del inicio de las clases, Sisi apareció por la puerta justo antes de que se cerrase, y se acercaba a su sitio, donde le esperaba una caída. Cada paso que daba, mi corazón palpitaba más fuerte, sería la tensión de lo que sucedería al sentarse? O quizás otra cosa que desconozca? No lo comprobé con mis propios ojos y me levanté rápido hacia fuera de la clase, pidiendo permiso al profesor antes de salir. 
Cerré la puerta  con paso firme y el tiempo se hizo mas lento, cada paso que daba, eran dos a la fluidez del tiempo normal. Esto solo duró tres segundos, hasta que el estruendo de alguien caerse en clase y de las sucesivas risas del resto del grupo hizo que todo volviese a la normalidad, exceptuado por una cosa, que una persona se dirigía al baño con la mirada enfadada o casi llorosa por lo que acaba de provocar en su propio bien, dentro de lo que cabe, pues esa persona era yo...