Seria mas normal empezar la historia por un momento fácil, o incluso algo feliz que me haga sentir mejor, pero no podrá ser, al menos hoy y durante el resto de mi vida.
Porqué me presento así? Es una buena pregunta, pero a pesar de ello, es la cruda realidad. Ninguno de los que me rodean están al tanto de mi situación, de todo lo que me pasa por un motivo muy simple, no pueden recordarlo.
Esto viene ocurriendo ya desde muy atrás, ya hace 15 años, desde el día de mi nacimiento, donde por alguna razón, nunca pude tener el mejor día de mi vida. La gente puede pensar que soy cenizo, pero por no están acertados, pues reconozco que tampoco le dije a nadie en que situación me encontraba, no la entenderían y me tacharían de loco.
Empecemos paso por paso, primero explicaré la razón de la que hablo, es complicada de entender, pero es la realidad. Cada vez que tenía un buen día, es decir, un día normal en la vida de una persona, volvía el tiempo atrás hasta el momento del comienzo de este, así eternamente hasta que fuese el peor de mi vida. Esa era la condición para acceder a la fecha siguiente del calendario.
Mi nombre es James y tengo 15 años reales, pero contando los días repetidos, casi tengo 20 años o mas. Mi vida se basa en la soledad, la música y los estudios, en la coral del pueblo en la que estoy actualmente cantando y en pasar día tras día viendo como la gente se mofa de mí, pero por suerte, no soy el que tiene la peor situación en mi clase. Sisi es la marginada de clase, y lleva así desde que comenzamos en el colegio. Ella tiene un modo diferente de ver las cosas, una manera de vivir completamente distinta a los demás. Algo parecido a mí, solo que yo tampoco la trato como debería, me uno a los abusones contra ella solo para intentar congeniar en el grupo, pero siempre vuelvo al principio de ese día, y tener que estar callado sin nada que decir para pasar de día, asentando mi estatus entre la gente como el friki de clase y el solitario del pueblo.
Conocidos los puntos claves de la historia, podemos empezar a redactarla.
El timbre del cole toca y todos están en sus asientos menos una persona que no había llegado, esta era Sisi, la cual se sentaba a mi lado. Cuando el profesor cerró la puerta, una mano lo impidió y permitió que entrase esa persona. Era ella, que se encaminó a su asiento en silencio y con parsimonia.
